jueves, 1 de octubre de 2009

The old man

El fin de semana estuve en dos fiestas bastante buenas, de verdad, muchas gracias a los organizadores, la pase muy bueno en ambas. Aprovecho también, parar reiterar mis felicitaciones a los anfitriones: Santa, mi buen amigo y fiel lector de mis columnas. Y Luisa, de quien dudo que sepa de la existencia de este blog.

En dichas fiestas confirme el hecho de que nací en una generación equivocada: yo debí de haber nacido mucho antes; yo debí de haber acabado ya la carrera; yo debí de haber cumplido más, que estos dieciocho que llevo a cuestas –sí, yo se que parezco de 16, pero en realidad son 18-. Como decía, yo debo ser mucho mayor que lo que soy ahora; a mí me gustan las viejas mayores, no discrimino en edad, de 23 en adelante, con tal, ojo a esto, de que se vean bien; ahora no es que me digan: ve juli, te voy a presentar a mi abuelita.
Aunque las de mi edad también, hay unas que parecen mayores, esas también cuentan; pero prefiero las catanas, con experiencia –trajinadas diría yo, aunque parece ser que no les gusta ese término.

También, me gusta la música de antes, el rock de Andrés Calamaro, los tangos de el mismo; me muero por la de Red Hot Chilli Peppers, me se la mayoría de sus canciones –así no sepa que dicen-; quisiera haber vivido en la época de los Beatles; la de pelé; me encanta tirar paso con la música del Joe, con la de los van van; y así, podría quedarme todo el día mencionando alguna de mis aficiones musicales ya un poco olvidadas en esta época.

Confieso que soy una especie de viejito en cuerpo de muchacho, no porque tenga algún tipo de enfermedad terminal ni nada de eso, aunque a veces sufro de Alzheimer, -y del crónico- yo diría que es algo pasajero, sin importancia. Pues, como diría mi amigo Daniel Samper Ospina ‘mis achaques se pueden contar con los dedos de una mano, así sea la de Germán Vargas’.

De ante mano debo decir que a mí si me habían dicho que me parezco a un viejito, es mas, tengo dos amigas que me lo mantienen diciendo, y no conformes, se encargan de difundirlo por toda la universidad. Cosa que no me enoja, ellas lo dicen por chiste y así lo tomo yo –ya quisieran tener un viejito como este.

Su argumento más fuerte es el hecho de que yo me siento –en demasiadas ocasiones- con las piernas cruzadas. Si así, como las hembritas, tal cual. También, porque mantengo bajo el brazo la revista semana, y cuando la leo en clase, tomo una postura que a lo mejor se la han visto a sus papas: pierna cruzada, revista a 5 cm de los ojos y mano derecha sobre el muslo de la pierna que le aprieta a uno las bolainas –uno termina por acostumbrarse tanto a la falta de aire allá abajo, como a la dormida de pierna, uno no se puede parar ahí mismo, la pierna no le responde después de haber estado en la misma posición más de una hora.

Comienzo diciendo que en mi época –hace unos cuantos años- bailaba y disfrutaba a todo furor el género del reggaetón. Lo oía todo el tiempo, estaba súper actualizado: canción que salía, canción que tenía. No me perdía ningún concierto, me gastaba los ahorritos en boletas V.I.P (very idiotas person) y hasta llegué a comprar dos cd’s originales.

De eso ya no queda nada, ni los cd’s. Primero: Porque no me motiva ni en lo más mínimo un concierto de reggaetón; segundo: porque si no hay plata ni para ir a norte, que va a haber para ir a V.I.P, pa' eso, como diría mi mamá: esa plata me la como en cucas –jumm ya me los imagino imaginándose la metáfora. Y tercero: porque no, así de simple. No me explico cómo a una persona como yo, quien me jacto de tener un excelente gusto, podría gustarle semejante género, me da hasta pena recordar cómo me despelucaba –literalmente- en medio de una canción reggaetonera, y más aun, imaginarme como me veía bailando eso.
Me da hasta pena saber que reggaetón se escribe reggaetón y no reguetón.

Si antes este baile –si se puede llamar así- era para mongólicos –y me incluyo- hoy en día es para… ¡yo que sé! me declaro impedido para dar ese calificativo.

Hay algo que no puedo negar, y es que no hay nada tan delicioso que bailar reggaetón –de la forma antigua- con la niña que a uno le gusta. Ohh que vaina tan maravillosa, solo comparable con actos que no mencionaré porque esta columna también la leen niños –este es un blog versátil, por ahí como que es objeto de estudio en colegios importantes y que tales.

Estando en las fiestas que les comenté, me di cuenta de que era un viejito –entre comillas- porque solo me sentaba en los momentos que sonaba un reggaetón. De resto, no me sentaba ni a bala, si sonaba una bien movidita, claro está. También me autoproclamo como un buen bailarín, no un experto así que la gente diga: que bruto, como baila este muchacho. Pero si se me puede estar llenando la boca diciendo que lo muevo bastante bien.

-Óscar, ponete ahí ‘yo no se mañana’ –le dije al Dj de la fiesta de Santa
-ahh listo parce, de una

Pasó una hora, y nada que me colocaba la canción

-Óscar huevon, poneme pues lo mío –le ordene al ver la demora
-si si parce, se acaba esta, pongo bam bam bilan y ahí sí ‘yo no se mañana’

Huy que bien, se viene una de los van van, esa me la bailo con la monita –pensé yo

¡Vaya sorpresa! La que yo pensé que iba a ser ‘este amor que se muere’ o ‘abre que voy’, resultó siendo un reggaetón horrible, hay reggaetones que me los aguanto, que incluso me gustan; pero este es horrible, no dice nada, pero nada es nada. Es como un mensaje subliminal, porque al bailarlo, la gente entra en un ataque epiléptico de gran envergadura.

-bam bam bilam, bam bam bam bilan. Bam bam bilam, bam bam bam bilan –es la repetición de la repetidera. Si decían que ‘gasolina’ de Daddy Yankee no decía nada, esta le gana por lejos. Por allá como que menciona algo de bin laden, pero no recuerdo bien, tanto: bam bam bilam me dejo bam bam biloso. Me costó trabajo volverme a mí mismo, eso es peor que escuchar cinco horas seguidas el ‘chacarrum’.

A eso, súmele el desespero que produce ver como se baila. A duras penas se mueven, no le veo sentido: el hombre parado haciendo nada, produciendo movimientos tan agiles como los que debe de estar haciendo Fidel Castro. Ella, quien se inclina como lo hago yo para estirar los músculos antes de un partido, pone su trasero en la parte intima de él. Ambos, agobiados de tanto bam bam bilam, esperan en la misma posición los cuatro minutes que por promedio dura un disco. No hacen nada más, si mucho el hombre se muerde el labio un par de veces. Pero ya, en esas se la pasan. En eso consiste el dichoso baile.

Siendo así, prefiero ser un viejito, pero uno de esos bien chéveres.

7 comentarios:

  1. Me encanta este blog! Bueno soy de las viejitas q te leen, asi q sigue escribiendo, ya tu dijiste Blog triple AAA apto para todo publico

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  2. jajaja parc exelente! siempre cuando esta mas interesante la publicacion c acaba! )=, pero bueno, y si jaja me acuerdo de sus viejos tiempos "canción que salía, canción que tenía", me consta tu me pasabas la musica xD.Y siga escribiendo asi, que va muy bien.
    PD: Me caen bn los viejitos bueno gente, pero vs sos de los q se levantan el domingo en la mañana a hacerce el cafe, y a leerse el periodico?
    Dios lo bendiga!

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  3. pero alfin q paso?...te pusieron yo no se mañana?

    x

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  4. No había tenido la oportunidad de ver este blog y con esta, la 1era entrada que leo, y casi no paro de reirme. Excelente.

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  5. Veeee!!! que buena pregunta la que te hicieron hace un año.... te pusieron la canción o no???

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  6. Pebete con que te gustan las de 23 a vós?

    Como se hacen realidad los deseos ja ja ja ja

    Que divertido que sos pebete, me hacés reir enormemente.

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  7. Jajaja cuánto te entiendo! Y ahora me caes mejor que antes! ODIO con todo mi ser esa cosa que llaman reguetón! Gas.
    Saludos señor, trataré de volver a los buenos pasos.

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