jueves, 2 de septiembre de 2010

Petronea mami, petronea

Es el colmo. En esta ciudad se perdió la poca cultura que nos quedaba. ¿Cómo es posible que uno va al Festival de Música del Pacifico Petronio Álvarez –evento cultural llevado a cabo hace poco- y los vendedores no hacen más que gritarle a uno obscenidades?

No sé como habrá sido con los demás asistentes, pero a mí me trataron de una manera inaceptable, fue tenaz: al comienzo me requisaron de una forma sospechosa, hasta ahí nada grave, pero más adelante, después de que pasé la primera requisa, los vendedores comenzaron a decirme arrechón.

-Arrechón, arrechón –gritaban a medida que pasábamos por su lado

La primera requisa fue para ingresar tan solo al parqueadero, de ahí tuvimos que caminar como 200 metros más para poder hacer la fila e ingresar así a la plaza de toros como tal.

Esos 200 metros fueron tétricos: no es fácil ir con tu grupo de amigos de la universidad a equis lugar y que personas desconocidas te tilden de arrecho.

-Arrechón, arrechón –decía el uno- arrechón, arrechón -gritaba el otro.

Era insoportable, de verdad ¿no les ha pasado que están en un sitio y de buenas a primeras te acusan de algo que eres?

Está bien, lo acepto -y de hecho lo he dicho en pasadas ocasiones-: como todo hombre, yo también le miro el culo y las tetas a las viejas –no a las amigas de mi abuela que pertenecen al grupo de oración de la iglesia de aquí a la vuelta, no; sino a las mujeres llamativas, con gracia, de esas que sí vale la pena morbosear-. Porque eso sí, todos tenemos nuestro lado oscuro -excepto Michael Jackson, claro, porque al pobre morocho le dio vitíligo, lo saben, pero eso es tema aparte-.

Todos tenemos nuestro lado sucio, decía, pero de ahí a que uno se la pase arrecho todo el tiempo -como trataban de suponer los vendedores de ese día-, hay mucho trecho. Yo no soy de los que anda buscando mujeres a la lata para ver cual cae, el de esas es mi amigo Camilo José, sí, ese twittero influyente, pero yo no. Espero que les quede claro, por eso me parecía una infamia que esa gente se refiriera a mí como “El Arrechón”.

Fue entonces, a falta de 100 metros aproximadamente, que se me ocurrió separarme del grupo, es decir, yo iba como con 4 mujeres y 3 hombres más y era muy factible que “El Arrechón” no fuera yo, sino que se tratase de alguno de mis otros compañeros.

-Ya los alcanzo –les dije- me pareció ver a una amiga por allá donde está la pantalla y quiero ir a saludarla, sigan sin mí que yo ya llego.

Me hice el huevón –cosa que hago a la perfección- y me fui en busca de la supuesta amiga dirigiéndome hacia una pantalla gigante que estaba en el sentido contrario.

Pero no, al andar solo lo único que hice fue confirmar que el tal “Arrechón” sí era yo. Primero se acercó una señora y me dijo arrechón, después fue un señor y me llamó de igual manera. Yo no iba a resistir que me volvieran a decir así, ya había tomado la decisión de enfrentar al próximo que se dirigiera a mí con esas palabras.

-¡Juliáncho! –escuché una voz que me llamaba

-Que hubo, parce ¿qué más? –se trataba de un amigo de la universidad. Amigo entre comillas, era uno de esos bobitos que como uno les alza la ceja medio saludándolos ya se creen son súper amigos de la infancia

-Bien, bien, por acá faranduleando un poco ¿y vos?

“Faranduleando un poco” ¡imagínense! Estos serán nuestros futuros dirigentes, personas que van a “farandulear” a un festival como el Petronio Álvarez.

-Nada, vine con otros de la U, por allá esta Cami, Mopi, Marce, Isa, Lucho, Juan Pablo y mechu

-¿Ve, y a vos no es que no te gustaba esto?

-De hecho no me gusta

-¿Entonces qué haces por acá?

-A diferencia de vos, yo no vine a “farandulear”, vine porque tengo que hacer un trabajo sobre esto y por ahí derecho me sacó una croniquita para el blog

-¿Derecho? ¿Derecho donde? ¿Allá donde venden el Arrechón?

- Ah, parce ¿usted también me va a decir Arrechón? ¿Qué le pasa, marica? De vos si no me la voy a dejar montar –le dije en tono aleteado, me dije que no iba a permitir que me volvieran a decir así

-Cálmese, huevón ¿Qué le pasa?

-Hácete el pendejo –le dije con palabras ya subidas de tono- vos estás confabulado con estos negros que desde que llegué no han parado de decirme Arrechón

-No, no, no ¿Cómo se le ocurre? –a pesar de todo mi compañero aun permanecía calmado- lo que pasa es que aquí venden una bebida típica del pacifico que se llama Arrechón, es lo único que se toma en el Petronio. Aquí no vas a conseguir aguardiente ni nada de eso, solo Arrechón, Viche o Tumbacatres.

-Ah, veo. Déjame a ver si entiendo, ¿cuando las oscuritas se acercaban diciendo Arrechón, no era que se estuvieran refiriéndose a mí así, sino que me estaban ofreciendo aquella bebida?

-Exactamente –respondió

-Menos mal me aclaró, parce, yo estaba dispuesto a sacar el Rodrigo Lara que llevo adentro e irme a los golpes con el próximo que me dijera Arrechón

-jajaja no, no, fresco, igual usted no sabía que existía una bebida con ese nombre

-Jamás se me hubiese ocurrido, ese nombre seguro se lo inventó Marbelle –le dije mientras contenía la risa- menos mal no tuve que irme a los golpes: mi mamá solo me dio para irme en MIO –el man no entendió el chascarrillo.

Luego de la aclaración acerca de quién o qué era el dichoso Arrechón ese, me fui a encontrarme de nuevo con mis amigos, quienes desde hacía rato habían ingresado a la plaza.

A mi me tocó pasar por otra exhaustiva y sospechosa requisa –digo sospechosa porque en serio, los requisosos esos tantean muy cerca de las partes nobles y, guiándome por sus caras, no parece molestarle-.

Por fin pude ubicar en qué sitio se encontraban mis amigos y al llegar, lo primero que hice fue sacar mi libreta de apuntes.

-Ay Juli ¿Qué estás haciendo? –Me preguntó una amiga- guarda esa cosa

-¿Cómo se te ocurre, no ves que de aquí quiero sacar una publicación? –Le dije- tengo que apuntar, después se me olvidan las cosas. Por ejemplo: como no destacar la particular forma de bailar de ese negro

-¿Cuál negro?

-Ese de ahí –le señalé con la cumbamba

-A ver, Juli, el 90% de toda la gente que hay aquí es afrodescendiente

-Ese, ese de ahí, el de la camiseta amarilla –vaya contraste- míralo como baila de chistoso. Aunque veni, pensándolo bien ¿Qué tal que no esté bailando? ¿Qué tal que le haya dado un ataque epiléptico? ¡Llamen a una ambulancia!

-Ay Juli, tu sí no –me hizo mala cara y luego sentenció:- vos viniste aquí fue a criticar

-Eh, ni que no me conocieras –traté de defenderme

-¡Por eso es que lo digo!

Luego pasaron algunos minutos, o segundos, u horas, días, no sé, milenios tal vez. Me sentía más perdido que Amando Benedetti dando cátedra de ortografía, definitivamente ese no era mi lugar.

Ustedes dirán: bueno ¿y este idiota entonces a que carajos fue? Déjeme decirles que, primero, el “idiota” sobra; y segundo, que arriba dije que había ido porque en la U me pusieron a escribir una crónica sobre el Petronio; y si no lo dije, si tal vez se me pasó, no es más que otra evidencia de efectivamente si soy idiota y usted, estimado lector, tiene todo el derecho de decirme así por no haberle contextualizado desde el principio.

Pero sigamos, decía que me sentía más perdido que los hijos de Ricky Martin el día de la madre, también decía que ese no era mi lugar. Por un lado, la música no es indispensable en mi vida, que me gusta bailarla en la fiestas, obvio; que pongo Tropicana mientras hago el oficio del hogar, sí; pero si me dan a escoger, me quedo mil veces con los libros, con la televisión o incluso con la radio, pero no oyendo canciones sino escuchando La Luciérnaga.

Se hacía tarde y yo no tenía nada bueno para contar: las graderías no se querían caer, los borrachos no habían llevado las pistolas ese día y no estaban voleándole plomo al aire, y por más que recé para que lloviera nadie salió emparamado, al menos no por una eventual lluvia, porque si de empaparse se trata, más de uno salió envuelto de una baño de sudor impresionante.

Solo me quedaba la esperanza de que El Arrechón le hiciera un rápido efecto a la monita que tenia atrás para que ella se me insinuara y que tales. Pero ni eso.

Desmotivado por las circunstancias me prometí a mí mismo que dos canciones más y me iba. En esas vi que se acercaba una periodista del el País, detrás de ella venia el camarógrafo y el ayudante de este. La periodista tenía una pinta como Andrea Echeverri, pero bonita y no venia hacia mí –como en algún momento ilusamente pensé- sino que siguió derecho, como tres filas más arriba y se puso a entrevistar a un man.

El man era un pelado de cómo de 20 años, de esos que hacen todo lo posible para parecer un chico play, trigueño, medio rechoncho y se notaba a leguas que había ido al Petronio porque estaba de moda «porque el que no vaya es un pato».

El hombre bailaba como si fuera reggaetón. Lo juro. Lo vi con estos ojos que se han de desgastar rápido por mis lecturas nocturnas. El man cogió por detrás a la vieja con la que fue al son de un ritmo que solo él escuchaba en ese momento comenzó a moverse «a la one, a la two, a la one, two, three; a la izquier, a la dere, perrea mami perrea»

A la vieja de El País le pareció graciosísimo y sarcásticamente le dijo que se movía muy bien, que si no le gustaría contestarle unas preguntas. El man le dijo que sí y comenzaron:

-Bueno, cuéntame ¿cómo es el ambiente en el festival Petronio Álvarez?

-Mira, estoy es pura cultura, pura raza, pura cultura, pura raza, pura cultura –decía el hombre, quien de un momento a otro se convirtió en disco rayado, el disco que siempre había bailado durante el Petronio- ¿Qué más te puedo decir? Esto es pura cultura, pura raza, pura cultura, pura raza ¿si me entendes? Pura cultura, pura raza –así siguió durante unos segundos mientras levantaba el pulgar de la mano derecha y evocaba aquella famosa expresión del Pibe hacia la cámara.

Desde la primera vez que repitió «esto es pura cultura, pura raza» la pobre reportera ya había caído en cuenta que esa platica estaba más que perdida. Desde mi ángulo veía la cámara por detrás y no podía ver aquel bombillito rojito, pero me atrevo a apostar que el camarógrafo dejó de filmarlo después de diez segundo de “entrevista”. Ya me imagino al pobre man alardeando con sus amigos del parche porque les hizo una entrevista a los de El País.

Después de presenciar semejante espectáculo me convencí que no aguantaba ni un minuto más por allá. Además, consolándome como para no pensar que la ida había sido en vano, me dije que por lo menos ya tenía algo que contar. Que si bien no me va a salir una crónica académica como la que espera mi profe, por lo menos tendré algo que medianamente les va a gustar a mis lectores ¿o no?

39 comentarios:

  1. Felicitaciones.
    Buen post.
    Saludos desde Holanda

    Mauricio

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  2. Juliàn, le cuento que a pesar de lo largo me divertì mucho con este post. Por favor no se demore tanto en la pròxima entrada. Saludos

    K.

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  3. Ole don Julian, que vaina que no haya podido disfrutar de un festival que es pura cultura, pura raza(?)

    Nehhh en serio que el Petronio se ha hecho un sitio de los eventos culturales de una ciudad donde predomina la banalidad de la rumba y la silicona, pero también es cierto que este festival no es para todos los gustos, por ejemplo soy de los que podría ir escasamente un dia y ya, demasiada gozadera para mi ya, de por si, sobria personalidad.

    Por cierto, muy jocosa su aventura con el arrechon, y mejor aun su aclaracion de idiotez(?) jejejejeje es jodiendo, no se me aletee

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  4. Ay Juli (o arrechon), dejeme decirle que pienso igual que usted... a mi no me gusta el Petronio por que no me guste la musica, sino porque de unos tres años para aca lo volvieron el parche play y no van sino puros "pirobitos" (que expresion tan horrible) picados a muy culturales. Para mi ir al Petronio es pretender ser monja.
    Poro otro lado, creo que las universidades tambien estan volviendo moda dejar de tarea ir a esa vaina, afortudamente a mi no me toco. Ademas odio las montoneras.
    Muy buen post, me rei mucho y me dejo con una buena sonrisa...!!!
    @polly_calderon

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  5. Usted estuvo en el petronio? :P ¡ARRECHÓN!

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  6. Dicen los q van cada año al Petronio que son las verdaderas Ferias de Cali, y destacan que en tantos años de organizar el año no se han reportado muertos, accidentes o incovenientes de orden público relacionados con el evento, de donde se deriva que es una fiesta pacífica del Pacífico. No hay segunda parte de la crónica, para contar si tomaste arrechón y si tuvo algún efecto?

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  7. hahahaha lo lei hace media hora y aun me estoy riendo, que buen post

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  8. Muy bueno Julian... Saludos desde Bogotá

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  9. ay , don arrechón .... no cambies ... eres del pitis .... petronito

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  10. No vuelvas a buscar historias. Las historias siempre están ahí.
    Me acordé de la canción "(...) qué cultura va a tener un indio yumeque como Lorenzo Morales(...)"
    Un abrazo, muy divertida la entrada.

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  11. Me gusta mucho como enganchas a los lectores con la forma fresca como escribís. Todo se vuelve muy personal y como con el de Soho, no he parado de reir.
    Muy bueno Julian!! Un abrazo!

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  12. Lo mejor de cuando escribis es que te salis del tema y hablas de tus cosas pero volves con el con un humor muy bueno! muy bien me gusta me gusta!

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  13. Lo que más me gusta de este blog es que es pura cultura, pura raza.

    Usted sabe que es jodiendo. ¡Buen artículo!

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  14. Ja, ja, ja ^_^ El ladrón juzga por su condición... ¡arrechón!

    Chévere la crónica.

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  15. hahaha definitivamente este es el mejor blog que hay

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  16. jajajaja me gusto la crónica y como siempre me divirtió mucho... no pare de reírme jaja
    que gracias!!

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  17. jajja excelente! como siempre!! felicidades!

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  18. Muy bueno!!! excelente reirme y mas poniendole el acento vallecaucano a tanta falta me hace a veces. que gracias a @itis por la recomendación

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  19. Bueno, lo que es claro es que el Festival en sí mismo es interesante por todo lo que pasa. Es la fiesta más grande del Pacífico de América y eso lo hace grande. He estado dos veces pero este año no quise ir a chupar fila y estrujones. Sólo me gusta la arena y con pase de la Alcaldía. Por supuesto, allí se ven personas y periodistas como la que retratas en el post, que es una hermosa. Chévere, Juli.

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  20. Don Julián, aunque siempre he gozado demasiado con sus escritos, esta no es la excepción, yo también fui victima de estos policías maiquebrados. Sin embargo me dejó algo perplejo tanto su racista forma de tratar a los negros, como un desprecio corto de argumentos por tremendo festival.

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  21. Arrechón! veee y por qué no lo probaste ois? así talvez hubiera sido más divertido!

    Siempre disfruto tus post hasta el final!

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  22. El petronio lo vi por telepacífico, no me hizo falta el tumulto, la cola y la gente "culta" que estaba en ese evento. Si querías tema de conversación hablabas del petronio en todassss partes. Yo no soy culta soy una INDIA.
    Cada vez que te leo me siento mas caleña que nunca. Ah y la primera vez que escuche y tome el dichoso arrechón fue en San cipriano y no surgió ningún efecto, ni a mis papas tampoco jejejej

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  23. Creo que lo que le faltó a El hijo de Yaneth para gozarse el Petronio fue arrechón. Es cierto que la empujadera y pujadera no es muy agradable, pero la música del Pacífico invita a mover las caderas. La próxima, Petronea papi, petronea.

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  24. Muy bueno, como siempre. Yo pienso que este año las opiniones sobre el Petronio estuvieron muy polarizadas(me van a cascar).

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  25. Jajaja Esos vendedores tenían su segunda intención, ¡¿Porqué no le ofrecían "arrechón" a los compañeritos con los que usted iba?! jajaja

    Hombre, políticamente incorrecto referirse así a los negritos, pero igual sigue siendo divertido el post, pura cultura, pura raza (¬¬).

    @JKmilo

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  26. Pues lo leí, me gusta que siga sacando tanta bobada para hacerlo reír a uno, (sé que no le importa) pero no me gustan esas comparaciones. Pensé que su blog era para hacer quedar como un pendejo a Julian Hernández no a los demás... Igual siempre me gusta leerlo

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  27. Que pena con sumercé Don Arrechón, pero no ha sido mi publicación favorita... de hecho me gustó poco... me pareció forzada, y totalmente de acuerdo con Paulita García y con Oscar.....

    Espero que no por eso dejes de mandarme el link cada vez que publicas.... De todas formas entre gustos no hay disgustos.... así a mi no me haya gustado tu post tuvo buena acogida, mira no más como 30 comentarios....

    PD: que pena la leída tan tarde pero he estado en la inmunda con el tiempo!!!

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  28. Arrechón, para mi que puso cara de pecador agarrado mirando algún ponquecito por ahí, es que esa descripción de ojo-nalga eventual no me convenció; Buena entrada!

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  29. ¿Será que alguien me puede repetir la opinión del joven entrevistado sobre el festival? Tal vez había tomado mucho arrechón el pobre

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  30. Por pura casualidad lei la revista soho, y la curiosidad me pudo mas..asi que lei de arriba a abajo todas las publicaciones del blog, reirme seria decir poco,llore, me dolio la panza, que muchacho tan creativo, y este ultimo de lujo, aunque largoooooo...pero me gusta el estilacho.

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  31. El re-post. Este, el de bodies y.... TODOS!
    Te recomiendo ya en mi tuiter

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  32. Se ha convertido en un sitio pa' farandulear

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  33. Ja ja ja ja ja Tan lindo tu como siempre, me gusta mucho tu blog...

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  34. ja ja ja ja ja ya entiendo por que el apodo ja ja ja ja ja por fin!
    Divertidisimo como siempre, los dichos, lo mejor.

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  35. Mi Juli me encantó la entrada. Escribes tan divertido como muy pocas personas... mi arrechón :p

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  36. Se te extraña por twitter, hace tiempo que no leía tu interesante blog.

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