miércoles, 28 de julio de 2010

Doña Josefa

Por Enrique Guzmán

Son las 11:48 p.m. de mi último sábado de vacaciones; es un día tan pero tan pero tan aburrido que parece un domingo sin futbol, un domingo santo, una vaina así.

No salí y no me importa no haberlo hecho. Mi hermana y mi cuñado se fueron para cine y no me invitaron. No es un reproche, ni los culpo: la mayoría de las veces me llevan, era justo que esta vez salieran solos. Que no se encartaran con su violinista de cabecera.

Por mi parte, y a pesar de todo, me siento estúpidamente feliz. O sea, estoy feliz, muy feliz y no sé por qué. La situación no lo amerita: estoy vaciado, le debo mucha plata a alguien (menos mal me estima porque de ser otro no me imagino que hubiera hecho ya); me queda solo un día de vacaciones, perdió el equipo de mis amores, cada vez tengo menos amigos, cada vez le caigo mal a más gente, me he vuelto más grosero, más sarcástico, más irónico, más mala persona.

No obstante, Lo peor de todo es que eso me hace feliz; no el deber plata, ni que mi equipo pierda; lo otro es lo que me gusta: ser sarcástico, mala persona, no salir, no tener amigos, etc. Eso me hace feliz, estúpidamente feliz –cosa que me alegra, es un buen síntoma, confirma que al menos no soy emo. Sobre todo porque soy crespo y supongo que conocen el chiste acerca del emo crespo-.

Lo único que he comido durante el día es pan. No almorcé porque me levanté tardísimo y en la noche no me había dado hambre, hasta ahora, muy a las 11:50 de la noche, hora en la que probablemente ningún chuzo de comidas rápidas está abierto. Lo único disponible para comer que tengo cerca es pedirle un turnito a Lina –una ex novia puta que vive por aquí- pero hace poco la vi y está bastante gordita, ya no esta tan buena como cuando salía conmigo. Pero esa es una historia que no vale la pena mencionar.

Tengo hambre, mucha hambre y sé que no voy a poder aguantar hasta las 4:00 a.m. –hora en la que regularmente me acuesto-. Voy a la pieza de mi mamá y como quien no quiere la cosa le comento que tengo una pisca de hambre –no sin antes poner mi característica cara de ternero-. Ella vacila un poco, me regaña por no haber comido y me dice que pida algo a lo que ella llama ‘Los Vikingos’

-¿Qué es eso? –Le pregunto- yo conozco los bikini, los veringos, pero ¿Los Vikingos? Ni idea

-Ay, hombre, ahí donde usted pide la lasaña

-¿Dónde? Má ¿Los Vikingos? No, ni idea, de verdad –yo ya sabía a qué sitio se refería, una pizzería por aquí cerca que se llama Bambino’s, pero yo quería recocharla

-Ay, ahí, ahí, donde usted pide la pizza ¿no se acuerda? Que traen domicilios y todo –como la noté un poco brava dejé de joderla y me fui a pedir mi lasañita

-Ah, ya, ya. Bambino’s má, Bambino’s

-Bambino’s… Vikingos… eso es la misma cosa. Pídase una lasaña para usted y una porción de pollo con champiñones para mí

Ahí me fui por el teléfono y llame a pedir lo mío

-Aló –contestó la vieja

-Sí, buenas ¿de dónde me contestan? –pregunté porque se me hizo raro que no contestaran con un ‘Bambino’s Pizza buena noche’

-¿A quién necesita?

-A Bambino’s

-No, don Bambino no vive aquí

-Que pena

Colgué y me quedé pensando ‘¿Qué habrá pasado?’ ‘si yo marqué bien’ ‘Que raro’

-Aló –yo había vuelto a marcar

-¿Bambino’s Pizza?

-¡Que no, hombre! –Me dijo en un tono bastante grosero- Aquí no vive ningún Bambino

- Que pena, señorita –la pobre viejita se lo habría tomado como un cumplido, de pronto, pero en realidad me estaba burlando- ¿en serio eso no es una pizzería?

-¡Que no! –A la pobre ya le iba a dar un patatús- ¿Por qué insiste?

-Pues porque ese es el número al que siempre he llamado –yo también me estaba sulfurando- Vieja setenta hijueputa

Colgó.

-Aló –volví a marcarle

-Perdón ¿de dónde me contestan? –me parecía imposible que hubieran cambiado el numero de teléfono en menos de dos semanas

-¿A dónde está llamando?

-¿Ese es el 332 24 24? –ahí, en ese momento, cuando mencioné en voz alta el numero, caí en cuenta que no era 24 24 sino 22 22

De inmediato colgué y ahí si marqué el teléfono que era: 335 22 22. Pedí lo que tenía que pedir en medio de una fuerte batalla contra mí mismo para no soltar ni una carcajada.

Luego no pude contener la risa, pobre viejita, ella toda inocente y yo insultándola. Aun así no me arrepiento, se lo merece por grosera.

Hace poco no tenía nada que hacer y volví a llamarla, estaba ocupado, y por más que lo intenté no pude comunicarme con doña Josefa –como cariñosamente la apodé-.

Lo único cierto y que yo a esa pizzería llamo muchísimo por domicilios y, conociéndome como me conozco, muy seguramente voy a hundir el dedo mal un par de veces. Quién sabe qué Josefa me contestará…

N. de la R.

El anterior texto fue escrito en exclusiva para el especial de aniversario de ´El hijo de Yaneth´, especial que culmina el sábado con la publicación del texto de la mismísima, famosísima e inigualable Doña Yaneth.

PD: El hijo de Yaneth apoya la causa de la Twitterton, por el momento no estoy en la capacidad de hacer un aporte económico, solo puedo ayudar pidiéndole a mis lectores que ingresen a http://twitterton.blogspot.com/ y se enteren de que se trata (no se aceptan sumas simbólicas).

9 comentarios:

  1. Buena historia, a mi no me pasa nada interesante =/
    Dígale a su amigo que me hizo antojar de lasagna ¬¬
    ♪♪tu cabeza en mi hoooooooombroooo...♪♪

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  2. Mmmmmm Yo le recomendaría un buen psiquiatra... a veces uno se siente estúpidamente feliz por ser estúpidamente sociopata pero luego cae en cuenta de su soledad y se siente simplemente estúpido por haber alejado a todo el mundo con su cinismo....

    y a lo bien que hambre....

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  3. Me late chocolate que este post lo escribió el mismísimo ´HIJO DE YANETH´o me equivoco?

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  4. Muy bueno, me reí un rato. Bien por Enrique Guzmán que le va mejor como escritor que como cantante.

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  5. Ja ja ja ja Don anónimo, ya somos 3 que pensamos lo mismooooooooo!!! pi pi piri piriri pi piri ♪♫

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  6. jaja.. a mí es no me pasa. Nunca se me olvida el teléfono de Bambinos... preparan una vegetariana, no del putas, pero si bastante decente pa una pitzería de Cristobal Colón...

    me gusta que la señora dice "pitzita" "pittzzero"...

    Me reí un buen rato...

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  7. Este es tuyo!! vaguete!!! :)

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