lunes, 26 de julio de 2010

La década prodigiosa

Por Carolina Ruiz

Tengo 30 años y medio y me encanta, porque gracias a ello mi infancia (no yo) se desarrolló en una década prodigiosa, la de los 80, donde ser 'boleta' no era un pecado sino una bendición. Por eso agradezco a mis papás el no haber aplazado el 'gustico' unos años y haberme traído al mundo un diciembre de 1979.

Lo que soy, lo que no soy y lo que pretendo ser, se lo debo en parte a esa época. Cómo olvidar que gracias a Menudo, al General soy la reina de las coreografías. Que no hay fiesta en la que no suene el Meneíto y salga como loca a encabezar la fila, o salida de 'plancha' en la que no me baile 'Claridad' de Menudo o 'Don Diablo' de Miguel Bosé, eso sin contar esas maravillosas canciones que se quedaron olvidadas en alguna rockola como "ahí va Villa, arriba, arriba Pancho Villa... ohohoho" y que bailaría sin problema alguno.

En mi memoria también están esas noches en las que mis padres me permitían ver televisión hasta tarde y, con un ojo en el pasillo del apartamento y otro en la pantalla, veía El Show de Benny Hill pensando que era lo más atrevido que había. Claro, tiempo después las Hinojosa se encargaron de quitarme la venda de los ojos.

Tampoco podré olvidar la libertad que de niños teníamos. Viví (y lo poco que crecí) en una unidad que tenía en el exterior zonas verdes en las que jugábamos sin temor alguno. Corríamos de un lado a otro, atravesábamos con tranquilidad la cancha para ir a la tienda más lejana a comer sandi (creo que algunos le dicen 'boli') al escondido, pues nuestras madres nos decían que estaba hecho con agua de caño.

Además, hago parte de esa generación de transición que disfrutó jugar con muñecas, escondite, ponchado; que tembló cuando el primer novio se atrevió a besar una mejilla y que tomar la mano del chico era algo así como alcanzar el cielo.

Pero también soy de esos que tuvo acceso a los primeros videojuegos (#yoconfieso que el único que jugué fue Atari 2600 porque mi motricidad fina me impide manejar controles con más de un botón), que usó máquina de escribir para luego pasar al flamante computador y que gracias a eso hoy chapucea en ese mar de tecnología.

No me imagino creciendo en la década de los 90 o en el caótico 2000, donde la timidez está en vía de extinción, donde los cachetes solo se ponen rojos cuando los pintas con rubor, donde el reggaetón es una especie baile maldito que resultó peor que nuestro baile prohibido (La Lambada que llegó, pegó y se fue).

Digo orgullosa que gracias a Los Cariñositos, Los Pitufos, Jem, Nubeluz, La Abeja Maya, El Capitán América y muchos más, aun conservo cierta ingenuidad, cierta ilusión que me hace buscar siempre ese lado bueno que hasta villanos como Gárgamel tenían, así estuviera bien escondido.

Por eso, como escribí arriba, lo que soy se lo debo en parte a esa década prodigiosa. Así que cualquier reclamo, piropo o sugerencia #laculpaesdelos80.

N. de la R.

El anterior texto fue escrito en exclusiva para el especial de aniversario de nuestro blog. Lo expuesto en él no compromete la línea editorial de ‘El hijo de Yaneth’.

12 comentarios:

  1. jajajajajajaja muy bueno, totalmente de acuerdo.

    Aunque yo nací alguito después, siempre he dicho que los que nacieron del 90 pa'cá se dañaron completamente y que la mejor generación es la de los 80's.

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  2. Geniaaaal. Antes que nada, gracias. Hacía rato quería leerte. Segundo: gracias -sí, otra vez- por traernos esos recuerdos y porque haber crecido en los 80s es lo máximo. Los pequeños gigantes tienen significado. Ahora los niños no nacen, crecen y se reproducen. Se saltan la parte de la crecida.
    Por eso me la paso en Full80s (bar de Bogotá) ja!

    Que vivan (vivamos) los ochenteros boletas. ¡He dicho!

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  3. Huy, se le apareció la virgen a @JualinHdez: con lo famosa que ya es Caro ahora sí se le cotizó el blog, ja, ja, ja ^_^

    Bueno, sobre los 80, efectivamente fueron una boleta. Copete Alf, jeans entubados y camisas fosforescentes son sólo algunos vergonzosos ejemplos de las cosas que serán muy difíciles de explicar a nuestros hijos si llegan a encontrar alguna foto nuestra de esa época.

    Pero así como vimos cosas desastrosas, también vimos tendencias interesantes. Por eso nosotros sí tenemos conocimiento de primera mano para distinguir el estilo vanguardista (por ejemplo Madonna) de lo que es simplemente mal gusto (por ejemplo Lady Gaga). Pero eso sí... ¡qué viva Sabrina por siempre! (Boys, boys, boys
    I'm looking for a good time
    Boys, boys, boys
    Get ready for my looooove!)
    http://youtu.be/eiuHdUkuRi0

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  4. Felicitaciones a Julián por conseguir la participación de una de las bloggers de moda en Colombia, por ser una de las mejores, por supuesto. El texto es genial por la candidez que desnuda, por lograr que muchos de los que pasamos por los 80 vivipéndolos intensamente, recordemos esos personajes, esas texturas de la vida que dejaron una impronta en cada uno de nosotros. El texto está lleno de aromas, sabores y nostalgias que son las que alimentan el presente y nos dejan con algo de arrestos morales para afrontar el futuro. Un abrazo para el anfitrión y otro para la autora.

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  5. Carolina! yo viví un rezago del Cali de los 80! recuerdo mucho esa canción que dice 'la vida es asiiiiiiiiiii, no la he inventado yooooooo' y también las peleas 'con chuzo' de los pelaos para tramar a las chicas je je je. Viví en ese Cali siendo una completa pelota, pero igual, como dices tu, es lo que hizo el que soy ahora. Le agradezco mucho a ese pasado, a ese jugar maquinitas en locales escondidos, a entrar por la puerta de atrás en un Crema y Verde o pagar los $26 del pasaje. Increible que todo eso esté en el pasado y que para las nuevas generaciones no sea nada más que algo ridículo.

    Saludo al señor Julián por permitir que nos compartas estas nostalgias tan bonitas y tan bien escritas.

    Saludos y que suelten los cuhetes ahora si!

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  6. Excelente!!! Yo también viví bastantico de los 80 y a pesar de los descaches en el vestir y el peinado, nos enseñaron de música y nos dejó algo de ingenuidad.
    Te seguiré leyendo :D

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  7. Qué lindo texto. Celebro que nos sirva para traer a la memoria esa década que sirvió de transición a dos momentos bien interesantes -el hipismo sesenta setentero y la era de la internet- pero que no por eso fue triste. La década de oro del pop y los inicios del insuperable Grunge.

    Jamás olvidaré mi Naranjito sube y baja del mundial de España. Pudimos ver en vivo la heroica conquista en bici de Lucho Herrera. Para los bogotanos de escasos años como yo, si querías seguir al mejor, era imposible ser hincha de otro equipo distinto al América de Cali.

    Vimos jugar a Maradona, Platiní, Schumacher, Hugo Sánchez, Willington Ortiz, Iguarán, Bataglia, Gareca, Cabañas, Falcioni, y muchos más EN VIVO.

    Las escondidas y el rin rin corre corre ayudaron en la formación de nuestro estado físico.

    Somos testigos vivos de la caída del Muro de Berlín en ese noviembre del 89 y del germen de la séptima papeleta que inspiró la Constituyente que proclamaría la Constitución del 91. Algunos le alcanzamos a dar la mano a Luis Carlos Galán.

    Genial de la autora recordar lo de la máquina de escribir. Parece que teníamos más tiempo y lo podíamos dedicar a corregir hojas y hojas de párrafos mal tecleados. Alcanzamos a ser esa última generación que vigorizó su memoria sin las USB o los discos duros. Este punto es esencial y tarde o temprano el tiempo se encargará de recordárselo a un mundo cada vez más desmemoriado y dependiente de la herramienta digital como extensión de su conciencia.

    Gracias por tantas cosas que me llevó a recordar este texto de Ruiz...

    http://twitter.com/Felipepoet

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  8. Yo naci en el 84 y viví todo eso, te falto cuando se jugaba al escondite americano, siempre buscabamos a las mas bonita, eso fue cuando yo tenia como 12 años.

    @mralejo1

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  9. si, los modelo ochenta fuimos la última generación colombian que creció en medio de una ilusión de totalidad... el mundo era real cuando eso... ahora los pobres muchachos no tienen sino la representación de la representación... que tristeza...

    definitivamente muy acertado, la década prodigiosa...

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  10. Se me aguó el ojo...Recuerdo que hace poco mencioné la necesidad que tenía de comerme un sandy y que mi mamá me gritara por la ventana: "Esa agua con anilina, le va a dar gusanos en las tripas" o sentarme a ver atentamente un capítulo de los Dumis y cantar, cuando despertarme a las 7:00am tenía sentido o acostarme a dormir a las 8:30pm después del comercial de colgate era un ritual.

    Me gustó verme sonreir disimuladamente al pensar en la lambada y los chicles debajo de las faldas para bailarla. Esa época donde las lycras no eran pal gimnasio sino que tenían estribo y combinaban con los pisa huevos "keds", la camisa embombada y una cola de caballo despelucada.

    Total, muchas gracias Caro por recordarme porque mi Bio en twitter tiene sentido, al menos para mí, y cuánta falta me hace pero que orgullosa soy, de haber vivido esos 80s como lo hice.

    Gracias al "Hijo de Yaneth" por invitarla, fue una de las mejores decisiones.

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  11. No se imaginan la emoción que me da ver estos hermosos comentarios. Pensé que por ser tan personal no iba a tener buena acogida, pero estoy gratamente sorprendida al leer todos los recuerdos que unas pocas palabras han despertado.

    Mil gracias por sacar un ratito de sus días para leerme y mil gracias a Juli por incluirme en este especial que, se lo he dicho, me parece una muestra más de su gran ingenio.

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  12. Ahhh definitivamente una década inigualable, dorada, lástima que no la hubieras gozado, pero tienes alma ochentera

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