lunes, 12 de julio de 2010

Se le murió la madrecita

Por Omar Gamboa

Empiezo agradeciendo a Julián por su invitación a participar en el primer aniversario de su blog. Son pocos los blogueros que tienen la constancia para mantenerse y escribir con la debida frecuencia. Doy fe de eso, que hacía rato no escribía en el mío. Aprovecho también para felicitarlo y desearle otro año bloguero lleno de éxitos. Que siga escribiendo y publicando, incluso en medios escritos, algo que yo no he logrado. Cochina envidia. Bueno, entremos en materia.

Hace unos días tuvimos una charla en la oficina sobre aquella idea de que las cosas son buenas o malas dependiendo de cómo lo veamos -personalmente creo que es cierto, he posteado varias veces al respecto-. En la charla mi jefe -él es quien nos hablaba de esto- nos decía que no sabemos cuál es la realidad de la gente y el por qué reacciona de alguna manera en particular. A veces uno llega de mal genio a la oficina por alguna razón, por algún trancón, porque un taxista -hijo de Dios- se atravesó o alguna otra cosa de esas que nuuuuuunca pasan. O no somos nosotros sino alguno de nuestros compañeros el que llega de malas pulgas. Vamos, le pedimos un favor y el personaje este nos responde con tres piedras en la mano. Yo sé, dan ganas de coger la engrapadora y ponerle unos tres ganchos en la cara, pero cada quién tiene derecho a estar en la mala y nosotros debemos procurar entender. Créanme, sirve. Siempre y cuando la otra persona no se pase de grosera.

El tema es que mi jefe puso el extremo ejemplo de que, quién sabe, si de prooonto un taxista -alma caritativa- nos cierra en plena avenida, puede ser porque se le murió la mamá. Lo primero que dije fue "Huy, está bien. Pero... ¿que se les haya muerto a todos al tiempo? pobres taxistas". Y pobres mamás. Todos los días, cada 3 minutos debe estarse muriendo la señora madre de un taxista de estos -huérfanos indefensos-. Ya me imagino a las señoras echando camándula todas las noches y pidiéndole a San Benito: que "de por Dios, ¡¡que mi hijo no se vuelva taxista!!".

Sí, fue un ejemplo extremo. Muy. Pero sirvió para hacernos (me) reflexionar acerca del tema y procurar alivianarnos más cuando cosas así sucedan. Yo particularmente hice lo siguiente luego de que un hampón del volante de estos me cerró y quedamos en un semáforo (sí, el tarado este ganó 0.3 segundos gracias a su "proeza"). Aproveché y me bajé, fui hasta el taxi y le dije "oiga, señor, deje de cerrar a la gente así que puede causar un accidente". Me regresé a mi carro con toda la calma que pude, cerré con seguro y tartamudeando le pedí a la virgen que este señor no se bajara cruceta en mano. A lo que quiero llegar es que es posible no contra-reaccionar ante una imprudencia de estas. Y no sólo al manejar, también como peatón, como compañero de trabajo, como hijo, madre, primo, novio...

Procuremos estar del mejor humor posible, escuchemos música alegre, sonriamos al triple hp que nos atendió mal y le deseamos que se le mejore el día, o que esta noche sí le den sexo. En vez de responderle mal, terminar de joderlos y de paso amargarnos el día, seamos superiores a eso. Yo no me voy a amargar porque un pendejo busetero con sus 3 neuronas no es capaz de poner una simple direccional antes de cerrarme. De pronto lo enciendo a pito, pero luego sigo cantando a pulmón herido en el carro. Si una gorda me sacó a traserazos de Transmilenio -o del MIO- le digo muy amablemente que Dios le bendiga su doble tracción y que tenga un buen día.

Es difícil, lo acepto, pero no imposible. Sobre todo porque eso se va volviendo un hábito y cada vez es más natural. ¿No conocen a alguien que se la pasa amargado hasta porque el azúcar no le endulzó igual? ¿O al otro que vive cantando y silbando todo el tiempo? Qué bacana la gente así. Ahí les dejo el tema. Me voy a la cocina que este puto tinto quedó muy frío. ¡¡MALDITA SEA!!

N. de la R.

El anterior texto fue escrito en exclusiva para el especial de aniversario de nuestro blog. Lo expuesto en él no compromete la línea editorial de ‘El hijo de Yaneth’.

8 comentarios:

  1. Sumercè tiene toda la razòn ademàs no sòlo eso; puede que una persona empiece teniendo un mal dìa y eso es el reflejo de todos los que estuvieron con esa persona de hay se les pego algo o una mala cara y el circulo vicioso se nos crece. "ud dà de lo que tiene y le pasa" pa`que vean que yo si leo el Blogsito :)

    ResponderEliminar
  2. Me gustó mucho esta entreda; tienen razón, si respondemos violencia con más violencia no estamos siendo mejores que los demás.

    Mi parte favorita: "o que esta noche sí le den sexo." Me hizo reír muchísimo.

    ResponderEliminar
  3. Pienso que el asunto no es si uno está de malas pulgas o no, sino saber qué hacer con eso. Si por cualquier motivo uno está de mal genio, pues no es culpa del otro aguantarse la regañada (o la pitada si es el caso de taxista o el busetero que se atravesó).
    Sin embargo, es mejor pelear desde el asiento del carro con un taxista/busetero que ni se da cuenta que uno entró en la divina cólera a llegar y armar el safarrancho en la casa o la oficina con personas que sí se dan cuenta y que sí les afecta de verdad.

    Me gustan los post q me ponen a reflexionar y a pensar en que podría hacer mejor algunas cosas. Nos estamos leyendo!

    ResponderEliminar
  4. Qué buen escrito, me enorgullece estar del lado de los que silban en la mayoría de las ocasiones.

    ResponderEliminar
  5. Simplemente maravillosa la expresión "un hampón del volante de estos" para referirse a ciertos taxistas, ja, ja, ja ^_^

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias por sus comentarios!!

    ResponderEliminar
  7. Hola. Me gustaría invitarte a participar en el Festival de blogs de Global Voices en español, que tiene como tema: "La Mujer en la red". Aquí algunos enlaces que te pueden orientar: http://bit.ly/dijJEn y http://bit.ly/csESLf .

    Saludos!

    Cati

    ResponderEliminar
  8. Jajaja genial mi marmota!!!
    Queda comprobado que eres un buen ciudadano y tu devoción a los taxistas xD
    Pero sí, la gente tiene derecho a estar de malas pulgas, a amargarse cuando lo necesiten xD pero si podemos intentar, al menos intentar comprender y soportar las situaciones, que como dice la marmota, nuuuuna se presentan. xD

    Muy chévere esto del aniversario, sigo poniendome al día.

    ResponderEliminar